Todo lo que necesitas saber
sobre el cáncer de páncreas

En España, cada año se diagnostica cáncer de páncreas más de 9.800 personas, en Europa esa cifra supera los 146.000. En el mundo más de 1.400 personas serán diagnosticadas cada día. El cáncer de páncreas afecta por igual a hombres y mujeres y su incidencia aumenta a partir de los 45 años.

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Signos, síntomas y factores de riesgo

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Ensayos clínicos

 Sobre el páncreas

Anatomía y función

El páncreas es un órgano situado detrás del estómago. Se extiende en sentido casi transversal sobre la pared abdominal posterior, desde el duodeno (fragmento del intestino delgado más próximo al estómago) hasta el bazo. En los adultos, puede llegar a medir hasta 15 centímetros de longitud y hasta 5 centímetros de ancho. Su forma es similar a la de un pez, en la que se distinguen 5 partes externas: cabeza, proceso unciforme, cuello, cuerpo y cola (Figura 1), así como 2 partes internas: conducto pancreático principal (conducto de Wirsung) y el conducto pancreático accesorio.

Figura1. Anatomía del páncreas

Las células exocrinas, que forman las glándulas exocrinas y los conductos, constituyen la mayor parte del páncreas. Las enzimas pancreáticas se liberan en el intestino por las glándulas exocrinas para ayudar a digerir los alimentos, especialmente las grasas. Las enzimas se liberan en tubos pequeños llamados conductos, que finalmente drenan en el conducto pancreático. El conducto pancreático se une al colédoco, también conocido como conducto biliar común, a la altura de la ampolla de Vater. El colédoco es el conducto que transporta la bilis desde el hígado y desemboca en el duodeno, la primera parte del intestino delgado. Un pequeño porcentaje de las células del páncreas son células endocrinas. Estas células liberan directamente las hormonas clave, como la insulina y el glucagón, que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre, entre otras funciones.

El páncreas realiza dos funciones principales:

Función digestiva (exocrina): Las glándulas exocrinas del páncreas son las encargadas de producir enzimas que ayudan a la digestión. Cuando los alimentos entran en el estómago, las glándulas exocrinas liberan enzimas que a través del conducto pancreático llegan al duodeno, y ayudan en la digestión de las grasas, los carbohidratos y las proteínas de los alimentos.

Función hormonal (endocrina): Las dos hormonas pancreáticas principales son la insulina y el glucagón. La insulina sirve para bajar el nivel de glucosa en la sangre (glucemia) mientras que el glucagón lo aumenta. Juntas, estas dos hormonas trabajan para mantener el nivel adecuado de glucosa en la sangre.
En este sentido, el páncreas ayuda al cuerpo a filtrar y almacenar la energía que obtiene de los alimentos y minimiza el impacto de las grasas y azúcares contenidas en los alimentos.

Qué es el cáncer de páncreas

El cáncer pancreático es un tipo de cáncer que se origina en el páncreas cuando las células en este órgano comienzan a crecer de forma descontrolada. Los dos grupos más grandes de cáncer de páncreas son: (1) el cáncer de páncreas exocrino (incluido el adenocarcinoma) y (2) el cáncer de páncreas neuroendocrino. Durante el diagnóstico, es crucial saber si el paciente ha sido diagnosticado de cáncer de páncreas y si se trata de un cáncer exocrino o de un cáncer endocrino, ya que cada uno tiene sus propios factores de riesgo, causas, signos y síntomas, pruebas de diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Es por ello por lo que conocer los hallazgos radiológicos más comunes de estos tumores es imprescindible para su diagnóstico precoz y abordaje terapéutico.

2.1 Cáncer de páncreas exocrino (no endocrino).

2.1.1.Adenocarcinoma pancreático:

Más del 90 por ciento de los diagnósticos de cáncer de páncreas son del tipo adenocarcinoma, también conocido como carcinoma ductal. Este cáncer se desarrolla en la cubierta de los conductos del páncreas. También es posible que el adenocarcinoma se desarrolle a partir de las células que sintetizan enzimas pancreáticas. Cuando esto ocurre, se llama carcinoma de células acinares, representando entre el uno y el dos por ciento de los cánceres exocrinos. Los síntomas del carcinoma de células acinares son similares a los síntomas del adenocarcinoma, incluyendo dolor abdominal, náuseas y pérdida de peso. Sin embargo, la ictericia no es tan común. Debido a un aumento de enzimas, algunos pacientes pueden presentar erupciones cutáneas y dolor en las articulaciones.

2.1.2.Carcinoma de células escamosas:

Este cáncer de páncreas no endocrino es extremadamente raro. Se forma en los conductos pancreáticos y está formado exclusivamente por células escamosas, que no suelen verse en el páncreas.

2.1.3.Carcinoma adenoescamoso:

Se trata de un cáncer de páncreas poco común que representa entre el 1 y el 4 por ciento de los tumores pancreáticos exocrinos. En comparación con el adenocarcinoma, el carcinoma adenoescamoso es un tumor más agresivo y de peor pronóstico. Estos tumores muestran características tanto del adenocarcinoma ductal como del carcinoma de células escamosas.

2.1.4.Carcinoma coloide:

Se trata de otro tumor poco común, representando entre el 1 y el 3 por ciento de los cánceres de páncreas exocrinos. Estos tumores tienden a desarrollarse a partir de un tipo de quiste benigno llamado neoplasia mucinosa papilar intraductal. Debido a que el tumor coloide pancreático está formado por células malignas que flotan en una sustancia gelatinosa llamada mucina, no es tan probable que se propague y es más fácil de tratar que otros cánceres de páncreas.

2.1.5.Otros:

Los otros tipos de tumores exocrinos menos comunes incluyen a los carcinomas de células en anillo de sello, carcinomas indiferenciados y carcinomas indiferenciados con células gigantes.

2.2. Cáncer de páncreas neuroendocrino:

Los tumores neuroendocrinos de páncreas se desarrollan a partir de células de la glándula endocrina del páncreas, que secreta las hormonas insulina y glucagón en el torrente sanguíneo para regular el azúcar en sangre. También conocidos como tumores endocrinos o de células de los islotes, los cánceres neuroendocrinos son poco comunes y representan menos del 5 por ciento de todos los casos de cáncer de páncreas.

2.3.Tumores pancreáticos benignos o precancerosos:

Algunos tumores en el páncreas son simplemente benignos (no cancerosos), mientras que otros se pueden convertir en cáncer con el paso del tiempo, si no reciben tratamiento (conocidos como tumores pre-cancerosos o de baja malignidad). Estos tipos de tumores pancreáticos se detectan con más frecuencia debido a que en la actualidad se realizan más estudios por imágenes, como las tomografías computarizadas o la resonancia magnética.

 

2.3.1. Neoplasia quística serosa:

Son tumores que presentan forma de quistes con líquido seroso en su interior. Casi siempre son benignos y no suelen requerir tratamiento, a menos que aumenten mucho de tamaño o causen síntomas. Se manifiestan con mayor frecuencia en mujeres y se suelen diagnosticar a partir de los 60 años.

2.3.2.Neoplasia quística mucinosa:

Se trata de tumores llenos de mucina, una sustancia gelatinosa similar a la saliva. Algunos de ellos, aunque no son cancerosos, pueden desarrollarse con el tiempo hasta convertirse en tumores cancerosos, si no se recibe tratamiento. Como resultado, estos tumores suelen extraerse mediante cirugía. Se producen casi exclusivamente en mujeres y, en la mayoría de los casos, causan síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso, astenia (cansancio) o ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido al aumento de bilirrubina en la sangre).

2.3.3.Neoplasia papilar mucinosa intraductal:

Es la neoplasia quística pancreática más común. Tiene quistes llenos de mucina, al igual que la neoplasia quística mucinosa, pero se origina en el conducto pancreático principal o en los conductos secundarios. Es ligeramente más común en hombres y se diagnostica con frecuencia alrededor de los 70 años. Los síntomas son inespecíficos como dolor abdominal, náuseas, vómitos, malestar general y pérdida de peso. Su potencial maligno es bajo, su tasa de crecimiento es baja, su extensión metastásica es baja y su riesgo de recurrencia posquirúrgica es bajo. Estos tumores se suelen mantener bajo observación minuciosa, pero si tienen ciertos rasgos, como si se encuentran en el conducto principal del páncreas, seguramente sea necesario extraer algunos de ellos mediante cirugía.

2.3.4.Neoplasia sólida pseudopapilar:

Se trata de un tumor epitelial extremadamente raro con bajo potencial de malignidad. Supone menos del 1-2% de todos los tumores pancreáticos exocrinos. Se trata de tumores de crecimiento lento que casi siempre ocurren en mujeres jóvenes. En la mayoría de los casos se presenta con clínica inespecífica, algunos de ellos son completamente asintomáticos y el diagnóstico es incidental en pruebas de imagen solicitadas por otros motivos. A veces se pueden propagar a otras partes del cuerpo.  Por lo tanto, el mejor tratamiento consiste en cirugía. El pronóstico para las personas con estos tumores a menudo es muy favorable. Su resección quirúrgica es el tratamiento de elección, siendo en la mayoría de los casos curativo.

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